Qué es una MAN KILLER?

Una Man Killer es una mujer dinámica, enérgica, inteligente y decidida. Es la perfecta compañera para lograr las metas en común y tener libertad para lograr las personales.


Una Man Killer nunca será sumisa ni torpe al hablar, su voz es fuerte y decidida, sabe lo que quiere, lo que le beneficia y sabe cuando dejar atrás lo que no la ayuda a ser mejor.

Como todos una Man Killer tiene sus días malos, pero de ella misma depende de que solo sea eso, un día...


viernes, 27 de agosto de 2010

Sin edición


Estas son 3 entradas que no tienen edición alguna y están inspiradas en tres canciones diferentes.
Cada una la escribí durante la duración de cada canción.


Camino sobre una serpiente de asfalto, curveada de cuanto en cuanto, los pies calientes y maltratados no saben cómo detener el paso, buscan agonizantes el horizonte que se dibuja a la distancia.

Un olor a tierra seca se cola por mi nariz mientras, frente a mis ojos se derriten los colores del atardecer.

Corto con mi brazo extendido el aire cargado de humedad y sigo el camino que me dicta el sonido de la armónica.

No llevo equipaje, ni tengo alguien a mi lado, solo recorro el camino en compañía de mi corazón palpitante.

Amo la sensación de la roja tierra que se aferra a mis pies, no hay cansancio tortuoso en mi andar, solo la sensación de libertad, esa libertad que me libera de cualquier complejo, de cualquier deber de cualquier deuda sin saldar.

Camino, eso es lo que importa.

(Lo escribí mientras escuchaba Midnight Cowboy de John Barry http://www.youtube.com/watch?v=q9GxJTtpjKU)


Música suave, ligera, sensual. Música que pone tu cuerpo a flotar.

Ella se aferra a tu cuello como un elegante collar de perlas, dormita en tu pecho como un exquisito diamante, engalana tus labios como un hermoso labial carmesí.

Eres la reina de la noche, las miradas te siguen por el salón impregnado de derroche y seducción.

Las trompetas marcan tu paso, elegante, pausado.

Todos te miran, te desean, mientras tu mirada se desliza por las paredes ignorando con arrogancia la insistente provocación de los presentes.

Imaginas como todos caen a tus pies mientras te visten en pieles y joyas, todos mendigos postrados ante tu presencia implorando un poco de tu elixir, de tu pasión.

Te sientas y llevas con tu largo y pálido dedo el compás de la música, el mundo es tuyo, pese a quien le pese.

Enciendes un cigarro y a bocanadas esparces tu veneno. Tus pestañas oscilan al compás de tus ojos, enmarcados bajo una luz sobrenatural, que aviva el fuego que hay dentro de ellos.

Abre tus labios, da un sorbo al champagne, pero que sea pequeño aunque por dentro te mate la sed del exceso. Debes mantener a la zorra enjaulada, no dejes que la presa se te escape por culpa de una imprudencia.

Lleva el ritmo, cruza la pierna, lleva tu mano al rostro y concéntrate en la música, pues parece que ella sale de los instrumentos sólo para adorar tu belleza.

Siente como late tu corazón, esa música te transforma, te convierte en la dama de diamantes, en la diosa encarnada, en una fantasía hecha realidad.

(Lo escribí mientras escuchaba Moonlight Serenade de Glen Miller http://www.youtube.com/watch?v=n92ATE3IgIs )




No recuerdo como llegué hasta aquí, pero debo estar cerca del cielo.

El cielo de mis sueños, aquel que no es celeste y blanco sino mas bien una explosión de rojos, amarillos y magentas.

Ante mí una montaña, pequeña y encumbrada que me incita a seguirla.

Camino sobre ella por horas, sintiendo la brisa que me roza el cuello, siento como miles de sombras me siguen de cerca el paso.

Siento una libertad reconfortante pero inestable, que me puede abandonar al menor tropiezo al caminar por esta la montaña.

El cielo es inmenso infinito y cargado de muchas nubes, nubes que me recuerdan sueños hechos de humo que mucho tiempo atrás fueron parte de una visión tan nítida de la vida.

Ahora aquello que era importante ya no lo es tanto, aquello que me alegraba ahora es superfluo, aquello que yo amaba ahora no me llena el corazón de vida, mi rumbo es otro, más auténtico, más libre, más extenso, como una planicie, donde crece el pasto siempre a la misma altura y donde el viento recoge fragancias de flores que se encuentran muy lejos de aquí.

Sigamos avanzando, aplaudamos fuerte y que el eco de las palmas guíe nuestros pasos.

(Lo escribí mientras escuchaba Rise de Herb Alpert http://www.youtube.com/watch?v=ennMD1fPtXA)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjame saber tu opinión