Qué es una MAN KILLER?

Una Man Killer es una mujer dinámica, enérgica, inteligente y decidida. Es la perfecta compañera para lograr las metas en común y tener libertad para lograr las personales.


Una Man Killer nunca será sumisa ni torpe al hablar, su voz es fuerte y decidida, sabe lo que quiere, lo que le beneficia y sabe cuando dejar atrás lo que no la ayuda a ser mejor.

Como todos una Man Killer tiene sus días malos, pero de ella misma depende de que solo sea eso, un día...


lunes, 7 de junio de 2010

Corteja a la vida


Sonríele a la vida, tenla de tu lado, nunca dejes de cortejarla porque puede convertirse en tu peor enemiga. Toma riesgos en nombre de ella y lánzate osado en busca de tus sueños.

Hazla tu aliada frente a las adversidades, aliméntate de su energía y traza tu propio horizonte.

No la retengas entre tus manos por miedo a perderla o a desperdiciarla, esparce su luminosidad por donde surque tu camino y deja impregnada en el ambiente tu presencia.

Que ella te enseñe a nunca silenciar los pensamientos ni a guardar tus sentimientos, deja que lo mejor de ti salga al mundo.

Explota su potencial al máximo, y ve como tu universo se transforma, te darás cuenta que cuando dejas que la vida se sienta en ti la gente que te rodea te agregará valor, lo que aprendas te aportará sabiduría y lo que hagas te encumbrará hacia lo que para ti sea la felicidad.

Deja el miedo y la vergüenza a un lado, que ellas lo que hacen es opacar tu brillo. No temas tocar el hombro del que te ignora porque no te entiende, no temas defender tus creencias, siéntete libre de expresar tu opinión indiferentemente de la situación en la que estés, nunca calles la voz de tu alma, nunca dejes de decir las cosas hermosas que orbitan en tu corazón, no temas ser diferente.

Recuerda que siempre habrá quien valore tu individualidad y la aplauda, recuerda que siempre habrá quién te señale y de volumen a tus imperfecciones, a tus errores.

Sé como la vida misma, extraordinaria, sorprendente, deslumbrante.

Sé como la vida misma, sabia y finita.

Proponte siempre abrir camino entre los campos de espinas y entre los campos de flores; corre la cortina del escenario y da tu mejor presentación siempre, procura tomar riesgos que puedas montar en hombros y aun así poder echar a correr.

Y cuando sientas que la vida se agota y que te abandona, date cuenta de que ella no se ha ido, que la has amado tanto que no puede abandonarte así no más y que descansa sobre tu pecho y que al igual que tú está orgullosa de los hermosos estragos que crearon mientras se comían el mundo.

domingo, 6 de junio de 2010

Enamorada?

Enamorada, como nunca antes, con una intensidad que me explota en el corazón.

Como todo enamorado que se siente atrapado por las redes del amor y del deslumbramiento he caminado sobre nubes de algodón, he tocado el cielo con la yema de mis dedos, he sentido la miel de la pasión en mis labios y he derrochado horas y horas de contemplación de mi corazón expuesto al amor.

No conozco saciedad para mis ansías de besar su boca, de morder sus labios, de escuchar su respiración, mi cielo está cubierto de verdes y brillantes muérdagos que perpetúan el amor para allá de lo que pueda comprender.

Me muero esperando estar a su lado, me pongo nerviosa cuando lo tengo cerca, hablo más de la cuenta, me froto las manos, y cruzo las piernas a cada momento; su presencia me desestabiliza.

He sentido mi corazón congelarse al escuchar su voz, mi ojos derramarse por mi mejillas cuando no puedo tenerlo a mi lado, he sentido todo aquello que siempre se ha oído decir que padecen los enamorados.

He probado la hiel de los celos enfermizos, la angustia de la incertidumbre, he deambulado por la decepción, he dado el perdón, he conocido el olvido, me he hundido en el deseo, he rasgado mi garganta de felicidad, lo he abrazado con todas las fuerzas de mi alma, lo he amado sin medida y sin mesura, le he mentido mil y una vez, le he abierto mi pecho de par en par, le he ocultado mis lagrimas, le he mostrado mi infinita sonrisa, he llorado en plena calle sin poder detenerme sólo porque él es capaz de provocar una profunda tristeza en mí, aunque no quiera admitirlo me tiene a su merced.

Estoy enamorada, de una forma tan profunda y tan inocente que me aterra, estoy enferma de algo que nunca me había afectado antes, estoy muriendo de amor, así tan cursi como suena, así tan cliché como suena, me estoy convirtiendo en aquello de que tanto me burlé y ridiculicé en la vida.

Pero es extraño como se puede vivir en agonía por tanto tiempo, sólo porque es esa misma agonía la que te mantiene con vida, es una especie de mal necesario, un placebo para el corazón.

Estoy enamorada, enamorada hasta las huesos, no tengo cura, no tengo remedio, pero eso no importa, porque no quiero encontrar algo que me cure de mis males, que para mí son siempre bienes.

Lo amo, me entrego sin medida y me dejo llevar por lo que el amor me da, él por su parte… no sé habrá que averiguarlo.

viernes, 4 de junio de 2010

La carrera de la vida


Eché a correr como quien busca terminar pronto una faena tortuosa, pero tuve el cuidado de agregarle parsimonia cadencia al paso como quien quiere extender el orgasmo que le produce una experiencia placentera, un momento de gloria.

Aunque mis pies se miraban desnudos ante el despiadado y ardiente pavimento no dudaron en apoyarse en él durante el avance, no hay tiempo para titubeos ni contemplaciones, el movimiento es ahora y éste no acepta retrocesos.

Siento como la carne de mis pies se adhiere al suelo y de inmediato se funden, como si se tratase de un profundo beso. Siento como hay partes en ellos pobladas de piel callosa que son las que marcan el ritmo y el paso veloz. Es probable que esas callosas áreas se hayan forjado a punta de largas caminatas, donde la falta de misericordia del tiempo que acecha les dio esa textura de metal que las vuelve inmunes al dolor.

He caminado ya por años, siglos tal vez, no tengo noción del tiempo, solo sé que debo seguir el sendero, el sendero que me llevará al lugar donde tengo que estar.

Mis pies sangran y dejan una estela de brillante rojo escarlata. La estela se seca con el viento y se precipita hacia el suelo, impregnando el pavimento y formando patrones y figuras irrepetibles.

Las rodillas se contraen frenéticamente con el paso agitado, parece que se agrietan lentamente para quebrarse con violencia al llegar al límite, pero el cuerpo es fuerte, más de lo que podría imaginarse.

Entre mis uñas al pasar se han incrustados astillas que presionan la carne, no tengo tiempo para removerlas, si arqueo el cuerpo puede que mi cabeza caiga y comience a rodar.

Ya con el tiempo la gracia de mi andar se ha desvanecido, ahora mi paso es torpe, tintinean al chocar mis tobillos enrojecidos y hundo con enojo los talones en la tierra.

El destino se aclara ante mis ojos empañados por el sudor helado que desciende por mi frente, un destino que a la menor provocación estalla impetuoso, colérico. No le temo, ya lo he burlado en el pasado, he corrido a su lado, con estos mismos pies desnudos, otras veces sin saberlo me ha cargado en hombros y otras pocas lo he abandonado en la carrera.

Este camino no se acaba cuando yo así lo quiera, tampoco puedo volver por él aunque quisiera, solo puedo mirar al horizonte, mi horizonte, que puede ser tan igual o diferente como el tuyo.

Nunca nos toparemos en nuestros andar, estamos en dimensiones diferentes, aunque sabemos que existimos y vamos hacia la misma dirección, sin embargo espero que al final de la vía, de la vida misma, podamos mirarnos de frente y abrazarnos por toda la eternidad.