Qué es una MAN KILLER?

Una Man Killer es una mujer dinámica, enérgica, inteligente y decidida. Es la perfecta compañera para lograr las metas en común y tener libertad para lograr las personales.


Una Man Killer nunca será sumisa ni torpe al hablar, su voz es fuerte y decidida, sabe lo que quiere, lo que le beneficia y sabe cuando dejar atrás lo que no la ayuda a ser mejor.

Como todos una Man Killer tiene sus días malos, pero de ella misma depende de que solo sea eso, un día...


viernes, 22 de enero de 2010

"El futuro me parece deliciosamente incierto"

Lunes: la ansiedad me mata y decido a ponerle un mensaje.
Lunes: Han pasado tres horas desde que le escribí el mensaje y el télefono continúa inerte.
Lunes: siempre apago el celular cuando me dispongo a dormir, pero hoy no.
Martes: aún no ha contestado el mensaje.
Martes: recibo una llamada sorpresa de alguien que no esperaba invitándome a almorzar.
Martes: el almuerzo estuvo tremendo.
Martes: aún no ha contestado el mensaje. Desearía poder recuperarlo y hacer como si no lo hubiera enviado nunca.
Martes: se despide de mí con un beso en la boca.
Martes: es de noche y nos reunimos a celebrar, siento que me abrazan.
Martes: por qué no contesta mi mensaje?, estará enfadado?, no le intereso?.
Martes: el abrazo es más fuerte y los demás sospechan.
Miercoles: nada nuevo.
Miércoles: desearía que me llamara de nuevo a almorzar, yo invito.
Miércoles: veo cómo le escribe a todo mundo pero a mí no.
Miércoles: aparece un suicida en escena, me colma la paciencia, quiere volver la vida después de autoinfringirse la muerte.
Miércoles: mejenga de media semana!, reaparece un fantasma dicembrino, otra situación me produce una carcajada, alguien me espera saliendo del partido, ya empatamos.
Miércoles: noche donde el dolor de cabeza de los últimos días cede un poco. No tengo tiempo ni ganas de pensar en el mensaje del lunes.
Jueves: no entiendo lo que pasa, me muevo con cautela, mucho trabajo.
Jueves: no quiero saber nada de nadie. Que los muertos descansen en paz!.
Jueves: la cabeza me estalla.
Jueves: simplemente no lo creo... debe haber algo oculto en todo esto... la curiosidad mató al gato, pero necesito llegar al fondo de todo esto.
Jueves: por favor que sea viernes!.
Jueves: salida con amigos, recibo un abrazo torniquete.
Viernes: el doc me dice que tan mal estoy, lo de la cabeza sólo me lo confirma, lo del corazón lo descubro yo sola.
Viernes: me río del anonimato, es divertido. Saber lo que otros no.
Viernes: hoy todos me abandonan, no hay mensajes, recordatorios, ni saludos.
Viernes: salidas de chicas, inevitable clasificar y calificar a nuestros compañeros de trabajo.
Viernes: zarpe fallido, prohibido pensar en todos y cimentar escenarios imaginarios.
Sabado y Domingo: esperando cumplir pendientes y resolver enigmas. El futuro me parece deliciosamente incierto.

"Let me please introduce myself, I'm man of wealth and taste" - Rolling Stones

La mayoría de nosotros no escogemos nuestro sexo al nacer, eso es lo que tengo entendido, o por lo menos en mi época así era.

Nací mujer y moriré siendo una. Nací hombre y moriré siendo uno. Nací atrapado en un cuerpo que no concuerda con lo que verdaderamente siento que soy y moriré siendo físicamente lo que no soy. Todo es válido.

Pero si nos enfocamos en el sentir al nivel más macro podemos afirmar que la mayoría de nosotros aceptamos nuestro sexo de la mejor manera posible, tanto así que llegamos a defenderlo ante cualquier cuestionamiento al que se vea expuesto. Y es que resulta sumamente difícil que un hombre no se sienta orgulloso de su pelo en pecho, de su voz cavernosa y de "ser macho" (independientemente de lo que signifique para cada hombre serlo), al igual que una mujer que no se sienta orgullosa de las curvas con las que la dotó la naturaleza, de su peculiar sensibilidad y de su capacidad multitasking, entre otras cosas.

En otras palabras, los hombres aman ser hombres y las mujeres amamos ser mujeres. Afirmamos nunca envidiar la naturaleza del sexo opuesto ni siquiera por simple curiosidad, aunque muy en el fondo y algunas veces de manera inconsciente nos hemos preguntado que sería “ser yo pero al revés”.


Pues bueno, he decidido, por primera vez en mi vida sacarme la camiseta de mi equipo y ponerme la del equipo del frente, dejar el maquillaje en el tocador y aceptar que existen detalles que la vida masculina encierra (claro está que mi punto de vista aparte de imitado está sesgado por el hecho de ser mujer) que me pueden resultar atractivos y en definitiva podrían hacerme valorar en otra vida elegir ser hombre.

Existen unas cuantas razones poderosamente importantes que deben ser nombradas y que definitivamente son las de mayor peso en el momento de valorar mi próximo sexo en una eventual reencarnación:

Orinar de pie: imagínate frente a la pared de la casa de la vecina más entrometida del barrio, aquella que siempre se abalanza encima de tus novios o pretendientes, la que pone reggaetón a las 7am de la mañana un sábado. Ahora imagina como, después de cerciorarte de que no hay testigos que den fé de tus acciones, dejas fluir tus aguas mansas a lo largo de la hermosa pared, recién pintada el fin de semana pasado, claro no eres una completa perra insensible y tienes el cuidado de no arruinar las margaritas y santalucías, que de hecho no tienen por que pagar tu venganza.

La vida de la mujer se vería enormemente simplificada si pudiéramos contar con un miembro como el masculino para poder miccionar, donde sea, cuando sea y con quien sea. Dios abriría el buzón de sugerencias un día en la mañana, ese que tiene a nuestra disposición, y hallaría una nota que diría: “Querido Dios, por favor para el próximo modelo evolutivo que tengas contemplado para nosotras te pedimos (oh Dios!) que nos agregues un “gusanito” que nos permita hacer del “uno” de pie, pero, como ya nos hemos acostumbrado a nuestro precioso diseño y un miembro adicional repercutiría en una cuantiosa inversión en ropa especial para nuestro nuevo "body", te pedimos (oh Dios) que éste sea removible y compacto para llevarlo en el bolso o que éste aparezca y desaparezca cuando demos dos palmadas o por último, y tomando en cuenta la tendencia tecnología de la cual somos fanáticas, nos pongas uno “virtual”. De antemano agradecemos la atención a nuestras súplicas”.

Pelos, déjalos ser!: Déjalos ser, que crezcan y se multipliquen, que salgan de sus escondites y se muestren al mundo!, no importa si provienen de las axilas, las piernas, los brazos, la cabeza, las orejas, la nariz y demás recodos, que sean libres de contorsionarse con la brisa y de, si lo desean, cubrir nuestros cuerpos hasta convertirnos en algo así como una nueva generación de Ewoks.

En este mundo donde la desigualdad ha prevalecido a través de la historia, principalmente en el ámbito social, las cremas depilatorias, bandas de cera fría y caliente, pinzas y demás artefactos anti-vellos de naturaleza demoníaca han sido creados y destinados a torturar durante siglos a millones de mujeres que no pueden ni deben dejar un pelo vivo que vague más allá de las líneas fronterizas corporales delimitadas imaginaria y socialmente por el mismo hombre.

Por qué es practicamente ilegal dejar crecer a su antojo aquello que por naturaleza nos fue dado?. Es que acaso ese pelito que estamos devastando constantemente no cumple la función de brindarnos más calor en el duro invierno?. Es acaso que este tímido pelito no es parte de nuestro atractivo primitivo? o es que entonces los hombres de las cavernas no las preferían velludas?.

Menstruación que es eso?: eres un hombre y decides ir a comprar algunas cosas básicas al supermercado: crema de afeitar, un par de birras, una bolsa de Munchies y un paquete de cigarros. Tardas en poner un pie a la intemperie para que tu madre te olfatee y se aproveche “del flete” y te pida que le compres unas toallas sanitarias. Llegas al super y lo primero que haces es ir por lo que tu mamá te pidió, sobretodo por que sabes que si lo olvidas es probable que te restrinja la ración de alimentos del día de hoy solo por el hecho de ser un perfecto inútil.


Como obviamente no sabes donde demonios están las toallas sanitarias buscas a la chiquilla más guapa de las que están en los pasillos espantándose las moscas sin hacer nada y que se depilan las cejas como si les estorbaran, prácticamente borrándolas del mapa facial; ella muy amablemente te lleva al pasillo indicado, ignorándote por completo.

Una vez que dejas de verle el trasero a la chica que se aleja te das cuenta de que tienes frente a ti dos monumentales góndolas atiborradas de toallas femeninas, que al principio y a simple vista parecen ser iguales, pero si las observas fijamente por unos instantes puedes notar como cada una tiene su sex appeal. Toallas diarias, nocturnas, con alas, sin alas, con soportes laterales, con aloe, con manzanilla, ultra delgada, para usar con hilo, para usar con tanga, la de mayor absorción, las que tienen estampado, las que tienen canalitos que retienen lo que tienen que retener, las que son para teenagers, las que son para “jóvenes adultas exitosas y que tienen graves problemas anímicos durante el periodo”, las re-caras, las re-baratas, las que vienen en paquetes individuales, las que se deshacen con cualquier cosa, las que se desacomodan con solo tirarse un estornudo, y la lista continua.

Te bloqueas al nivel de que ni siquiera te da el maní para recordar como es el envoltorio de las toallas que tu mamá guarda en el baño y que has visto mil y una vez, pero nada, estás bloqueado.

Decides comprar de las mismas que lleva una señora que acaba de pasar frente a ti y eso es todo.

Sabes que al final nunca lograrás comprar las indicadas.

No obstante el punto a rescatar es que el suplicio como hombre termina donde empieza el de la mujer, que es la que debe hacer uso del producto.

No hay mujer en este mundo que no haya tenido que usar a una de sus amigas o inclusive pareja para que le mire el trasero mientras se aleja caminando lentamente solo para confirmar que no hay problemas de derrame en la retaguardia.

Si a esto le sumamos el hecho de que muchas sufren de dolores menstruales brutales y cambios de temperamento aun más canijos, resulta fácil afirmar que las mujeres en periodo menstrual no se aguantan ni ellas solas.

Sostenes a la pira ardiente!: Quien de nosotras no se ha cercenado un pecho con una varilla traidora que se sale de su ubicación habitual dentro del sostén y ha tenido que aguantársela por horas por que se encuentra en un lugar publico sin derecho ni siquiera a rascarse una nalga?.

Encajes que producen alergia, tirantes que se encarnan a los hombros, broches que punzan en la espalda y a muchas otras torturas e incomodidades se expone cualquier mujer que use este yugo medieval. Podría así como lo hice con los pelos suplicar la liberación de nuestras redondeces, pero lamentablemente no es así de fácil: la mayoría de nosotras requerimos de este instrumento para hacer frente a la cruda realidad de que todo tiende a la baja conforme pasa el tiempo; así que lo mejor que podemos hacer es buscar aquellos que nos permitan estar cómodas y que nos hagan sentir a nivel muy personal como una muñecota de Victoria’s Secret de vez en cuando.

Claro, no todas las mujeres ven al sostén como un enemigo público, por el contrario cumple un papel de aliado modelador y levantador de los caídos.

Tacones, no salgas de casa sin ellos: Los tacones son un hermoso suplicio que muchas mujeres adoptamos. Estilizan las piernas, crean la ilusión de que son más largas y moldeadas, le quitan lo ordinario a cualquier prenda de vestir que lleves puesta y dan un toque de sofisticación, audacia y seguridad a la mujer. Si, todo eso puede producir un par de tacones, pero también puede producir calambres, dolor de pies, juanetes, dedos deformados, uñas encarnadas, pies cansados y una cantidad ilimitada de tropezones bien sabrosos.


Los hombres por su parte no se complican la vida y utilizan un calzado que les permita sentirse cómodos todo el tiempo sin pensar en tener que sacrificarse largas horas recargando el peso corporal en un par de tacones. Avanzará la ciencia y la tecnología tanto como para lograr fabricar zapatos de tacón con sabor a calzado deportivo?.

Esto es sólo el comienzo de una lista de ventajas que podría a punta de mucho análisis extenderse considerablemente y que podrían afianzar más el hecho de pensar que la vida siendo un hombre puede ser atractiva y desafiante, por supuesto no dejo de lado que igual existen razones poderosas por las que amo ser mujer y volvería a pedir serlo en mis otras vidas, y entre ellas están poder amarlos a ustedes, mis adorables caballeros.

Tendré entonces que abandonar la idea de dejarme crecer el bigote, usar tennis todo el día, salir sin sostén u orinar de pie y volver a mi femenina realidad, maximizando las ventajas de mi sexo y maquillando mis limitaciones.

Esta entrada se la dedico a la mujeres que han sabido dejar salir su lado masculino y evolucionar y a los hombres que se hacen rodear por ese tipo de mujeres, eso demuestra su abrumadora inteligencia y buen gusto :)

martes, 5 de enero de 2010

Soy ________ y soy adicta a los besos


Cuando todavía éramos unos niños adictivamente tiernos e ingenuos solíamos ver películas donde la mayoría de las veces se daba la ocasión de admirar en todo su esplendor un beso, específicamente teníamos la oportunidad de contemplar un simple y común beso en la boca, un beso que en la mayoría de nosotros causaba repugnancia, espasmos y ganas de volver a ver hacia otro lado; inclusive algunos de nosotros  fuimos capaces de jurar  frente al televisor nunca hacer semejante intercambio de babas con alguien, sobretodo cuando horrorizados veíamos como cuando al culminar el beso en cuestión un transparente pero brillante hilo de saliva se hacía visible y podíamos apreciar como este se mecía de un lado al otro mientras permanecía conectado a los labios de los besadores.

El trauma de los besos a esa edad era aveces mermado por lo familiarizado que estuviera el infante con esta muestra de afecto, ya que continuamente ve a su madre besarse con su padre, o su hermana mayor con su novio, o a sus abuelos y así otros ejemplos como éstos, pero el beso al que me refiero es aquel que para esa época nos podría resultar demasiado exagerado e intrusivo, ya que veíamos como practicamente la pareja se escarbaba los dientes o en cuestión de segundos la cabeza de la apasionada damisela practicamente desaparecía entre la carne de los labios del ardiente besador.

Ahora, pues el tiempo pasa y los gustos cambian. Aquello que en la niñez resultaba desagradable ahora nos puede dejar sin respirar y pestañear, mientras sin chistar observamos el hermoso beso desencadenándose y rasgamos los almohadones de la sala de TV. Huy quien fuera ella, o quien fuera él!.

No podemos dejar pasar por alto el valor del beso y su relevancia en nuestra vida afectiva. Hay muchos tipos de besos y besadores, pero me encantaría centrarme en uno solo de ellos: el beso de un hombre, el beso de un enamorado, del pololo, del peor es nada,  del patas vueltas, del encantador, del novio, del esposo, de la pareja, del ligue, en fin, el beso que nosotras recordamos con alguno de los galanes anteriomente mencionados.

Recuerdo mi primer beso, fue espantoso, traumático, extraño, un instante que no vale la pena guardar para la posterioridad. El segundo beso (es decir, a otro hombre), lo di el mismo día unos 20 minutos después. También un desastre. Estos dos besos no tenían sabor, ni color, ni aroma, ni vida; son como una especie de ósculos fantasma, sabes que se dieron pero casi podrias obviarlos del todo.

Antes de continuar debo confesar que me declaro adicta a los besos, me encantan, y aunque, también lo confieso, es reducido mi conocimiento práctico del tema, esto no me excluye de la posibilidad de diferenciar aquellos besos que através dela vida han marcado, desatado o generado una reacción explosiva, excitante, llena de vida y aquellos que han generado solo sensaciones poco agradables y hasta repugnantes:

Una vez conocí a un beso que era un excelente estudiante, era un beso observador que lograba aprender y retener aquello que sabía le era satisfactorio a la besada. Tengo un poster de ese beso al pie de la cama, su capacidad proactiva es su mejor arma.

Una vez estuve frente a un beso muy esperado, un beso deseado de manera incontrolable, que cuando se consumó provocó una corriente eléctrica en todo el cuerpo nunca antes experimentada. Desde ese entonces esa "reacción" que antes no existía se puede dar ante otro beso, todo depende de su intensidad.


Otra ocasión conocí un beso que nunca fue dado, era un poco escurridizo, pero sobretodo retraído, nunca se dio cuenta de que alguien lo andaba buscando. Aún de vez en cuando lo veo, y aunque ya no es tan buscado como antes aún mantiene cierta misticismo cautivador.

Lamentablemente tuve la desgracia de encontrarme con un beso inquisidor, dictador, que tomaba a la fuerza lo que quería. Ese beso trataba de hacerse querer pero nunca lo logró. De esos son los que menos se quiere topar uno en la calle.

He conocido algunos besos dentistas, que realizan una revisión exhaustiva aunque quedes exhausta. No saben cuando termina la consulta y apesar de que llenes a la salida el buzón de quejas con la esperanza de que el servicio mejore, parece que nos les interesa. Mi recomendación, cambiar de especialista bucal.

Una vez me tocó lidiar con un beso que tenía problemas nerviosos y de flujo salival. Ese beso entonces era una especie de babosa con Parkinson que dejaba una estela de saliva por donde pasaba. Desagradable.

He tenido el gusto también de compartir con besos que son una ternura, y que aunque no son capaces de levantar el líbido de nadie, son un deleite por su dulzura. Esos son bienvenidos siempre y en las cantidades que sean.

Los besos carnívoros tambíen son famosos. Son aquellos besos que aman la carne y les encanta morder labios, orejas, mentones y otras localidades corporales. Aleluya por ellos.

Hay besos cantores. Si señores, aunque ustedes no lo crean. Yo me topé con uno hace unos años. Resulta que este beso cuando estaba feliz comenzaba a taradear. Muy divertido.

Tambien he escuchado acerca de los besos sofocadores. Esos besos no saben respirar, entonces asfixian a su pareja hasta que la pobre tiene que desertar haciendose de alguna estrategia, todo por salvar su vida.

Otro tipo de beso es el engañoso. Es fácil odiarlo o adorarlo. Es el que normalmente esboza una sonrisa justo cuando está rozando los labios de otra persona, y esta persona no sabe si esta sonrisa es por que está disfrutando del momento o por que se acaba de acordar de un chiste.

Muchas hemos topado con el beso inexperto, el que sólo creemos encontrar en la boca de un teenager. Pues no, estos besos están en todos lados y parecen algo así como una pieza
de rompecabezas que no encaja en ningun lado; aveces sinceramente no sabes como entrarle.

Están también los besos pecaminosos o prohibidos, aquellos de los cuales talvez no recuerdes mucho la forma pero si el fondo, eso que los hace únicos. Consejo, no hacerse adicta a ellos, búscate otro vicio.

Hay un primo hermano del beso dentista que se llama el beso Alien, es aquel armado de tremenda lengua capaz de atravesar el craneo de la persona que está siendo besada, la cual muere de asfixia, o de asco.

Esos son algunos de los simpáticos y no tan simpáticos besos que hay rodando por la vida, sé que hay muchos más, muchos de ellos tal vez no he tenido el placer de conocerlos o los he dejado por fuera por falta de memoria.

Es importante aclarar que tanto hombres como mujeres  están expuestos a ser abordados por estos besos y que en el momento de la verdad lo que impera es el gusto de cada quién, ya que talvez para los que a mí parecer resultan besos desastrozos y extremadamente sosos, para alguien más son el extasis en el momento del encuentro boca a boca.

Conoces algún otro beso que no he mencionado?
Estoy deseosa por saberlo!

Dedicado a mi querida Monse, que cómo yo sabe lo que vale un beso.