Qué es una MAN KILLER?

Una Man Killer es una mujer dinámica, enérgica, inteligente y decidida. Es la perfecta compañera para lograr las metas en común y tener libertad para lograr las personales.


Una Man Killer nunca será sumisa ni torpe al hablar, su voz es fuerte y decidida, sabe lo que quiere, lo que le beneficia y sabe cuando dejar atrás lo que no la ayuda a ser mejor.

Como todos una Man Killer tiene sus días malos, pero de ella misma depende de que solo sea eso, un día...


miércoles, 26 de mayo de 2010

Ser una mujer normal pasó de moda


Una ManKiller es una mujer responsable.

Pero no responsable sólo por salir bella a la calle, cuidar a su bebé o cocinar sabroso para su familia.

No responsable sólo por sortearse entre la masculinidad del trabajo, la maternidad de la casa y lo femenino de sus pensamientos secretos.

No responsable sólo por cargar en sus hombros la misión de imprimir belleza con su femeneidad en el mundo.

O por contener la furia y violencia masculina con sus dotes de conciliación.

O por tener que pensar como hombre para salir a cazar en la jungla. Y en condiciones desiguales.

La ManKiller es una mujer responsable por mucho más que eso.

Es una mujer responsable porque sabe que el hombre hace todo por agradar mujeres.

Agradar a su madre, a su hija, a su esposa, a su novia, a una desconocida, a su jefa, a su Diosa virgen.

Responsable porque de sus exigencias a lo massculino se definen las metas de lo masculino.

Porque como representa lo que lo masculino busca, tiene que superarlo o dejarse ultrajar por él.

Porque el hombre o es un mentor que le da alas a una mujer y la despide en su vuelo infinito, o un agresor que la reprime para no descubrir su talón de aquiles.

La ManKiller es una mujer responsable, porque sabe que la evolución sigue su perfume.

Porque no es una femenista. Es una humanista que usa su belleza erótica -interna o externa- para dirigir el mundo hacia un lugar mejor.

Porque no es una resentida, tiene que dejar que lo masculino la deslumbre, conscientemente dejarse seducir, porque sin sus exquisitas curvas lo macho no tendría motivación de escalar sus jerarquías y construir nuevos mundos.

Es una mujer responsable, porque sabe que la testosterona necesita descubrir en ella lo femenino que ha perdido en sí.

Porque sabe que tanto hombre como mujer son mezclas de femenino y masculino. Fuerzas que no compiten, se complementan. Ella ha tenido que balancear sus fuerzas para ser más atractiva. El hombre se ha quedado atrás y ahora ha de ponerse al día.

La ManKiller es una musa con un arpa. Deleita lo masculino con sus suaves melodías, y le roba su espada para demostrarle que también es una guerrera.

Ahora lo masculino deberá aprender a tocar el arpa. Sólo la ManKiller podrá ayudarle.

Ser una mujer normal pasó de moda.

Los Hermanos Cervantes

martes, 25 de mayo de 2010

La decepción

No me mires con esos ojos dilatadamente acusadores, no puedes pavonearte ante mí con esa seguridad de quien levita sobre una cama de fuego sin ni siquiera sentir ardor, no puedes levantar tu dedo acusador para introducirlo en la herida de mi costado, cuando la tuya ya te carcome hasta la espalda. No es fácil pretender cambiar los hábitos de toda una vida, aún cuando no tenías la más mínima idea de que el cambio era una necesidad de alta criticidad.

No me mires de reojo con esa mueca de disgusto, que muchas veces te he visto en peores momentos y he tenido la delicadeza de que en mi cara no se marque el gesto que tú tienes ahora; lo que menos necesito es que te pongas el hábito de la vergüenza ajena y sientas compasión por mí; de cosas peores he salido victoriosa, con un carril de latentes cicatrices en las palmas de las manos, pero entera al fin y al cabo.

Te aterra que te toque cuando no lo esperas por que sientes que todo el mundo nos observa, pero sabes, a nadie le interesa lo que tú y yo hagamos en la oscuridad a plena luz del día.

Saca tu risa nerviosa y ponla en la mesita de noche, ten cuidado que no ruede y caiga al suelo, por que si eso sucediera te aseguro que la quiebro a patadas.

Deja de hacerme sentir como un extraño que supiera demasiado de tu vida, como un vicioso y un desadaptado, como un retrasado cantando canciones a la luna llena cual musa redonda y congelada en el centro del infinito, porque yo sé que me sigues el rastro, y caminas sobre las huellas que dejan mis zapatos; no finjas que no me conoces, porque a veces me conoces mejor que a tí mismo.

Recoge tus manos y mételas en el bolsillo, disimula el temblor que te produce mi presencia, piensas que soy como una enfermedad que flota por el aire y que sabe oler el miedo de las personas, cuando lo único que hago es leer los miedos que se escriben en tu pecho.

Dime lo que en este momento de mantiene la lengua enrollada en la boca, dime que me odias con todas las fuerzas de tu alma, que cada vez te decepciono más, que soy lo peor que ha pasado en tu vida, yo sé que tanto de eso que me quieres decir es verdad, lo sé porque tus ojos desmienten lo que tus labios vociferan.

He perdido el pudor y eso te preocupa, he perdido las llaves de mi casa y no tengo que volver y eso te mata de angustia, tengo todo el tiempo del mundo para tomármelo al ritmo que quiera sin tener que convidarte ni un poco y eso te enferma. No me culpes por tus cadenas que yo no fui quien te las puso, tampoco me reclames tus errores, tus carencias o tus preocupaciones que yo no estaba ahí cuando germinaron del tártaro, no me trates como un niño de brazos cuando ni siquiera ves que las lágrimas broten de mi ojos, no recurras al drama cuando nuestra vida se trata de una comedia.

Exhala un suspiro grande y melodioso que te haga reventar el pecho, tómame de la mano y mantente en silencio, es probable que escuches como los latidos de mi corazón recorren las venas de mi cuerpo, como un tambor que llama a la guerra a kilómetros de distancia. No estoy en guerra contigo ni con nadie, pero el latido siempre es fuerte y profundo, lleno de vida, tal vez te haga retroceder en tus impulsos de matarme a besos.

Cuando puedas vuélveme a mirar, pero no lo hagas con odio, miedo o compasión, hazlo con amor, puro y simple, estúpido y maniático como lo sentí en tí alguna vez; si no lo puedes hacer entonces no voltees, regresa por donde llegaste, cierra con furia la puerta para despertar de mi letargo y darme cuenta de que ya no estás.

No te atrevas a mirarme con esos ojos dilatadamente acusadores, que al fin y al cabo somos de la misma calaña, hijos igual de la desventura y el caos, destinados a nunca ser iguales que los demás y a exprimirle la vida a la felicidad hasta que ésta se seque para siempre.

miércoles, 19 de mayo de 2010

No quiero ser simple


Me niego a tolerar la simplicidad en la vida, abogo por que la mía sea un mar de complejidades y desafíos.

Deseo que todo lo que obtenga en esta vida esté cimentado sobre tortuosas jornadas de esfuerzo, sudor y sangre, sobre grandes decepciones y pequeños pero sustanciosos éxitos.

No espero terminar mi existencia pensando en que tuve una simple casa, un simple perro, un simple esposo, una simple vida, espero poder al final de mis tiempos reservar mis últimos suspiros para inventariar lo que poseí en materia y en espíritu y desgranarlo, elemento por elemento, partícula por partícula y sentirme dichosa por lo que logré en vida.

No quiero pensar con simpleza, ni moverme con el vaivén de las olas en las cuales todos flotan a la deriva, yo quiero nadar mar adentro, impulsada por el motor de mi ímpetu y las brazadas de un cuerpo nervudo y fibroso.

No deseo rodearme de gente simple, sin ambiciones o retos en su camino, no quiero a mi lado gente simple de pensamiento y de espíritu, que como figuras de cartón se doblegan ante las flagelaciones recibidas por el mundo; quiero compartir con el egoísta que busca alcanzar la cima de sus capacidades sin detenerse a llevar en hombros a los que cayeron y decidieron no continuar la travesía. Quiero tertuliar por siglos y siglos con los ilustres, los complejos, los autodidactas, los artistas, los genios para que de esa experiencia pueda definir mi propio grado de complejidad.

No puedo sobrevivir en un ecosistema de gran simpleza cuando pesa sobre mis hombros una evolución abarrotada de complejidad.

No espero regalos celestiales ni dones o el auxilio de la divina providencia, no quiero nada que tenga carácter de gratuito o divino, sólo quiero la aprobación del Creador y una mesa de trabajo para desplegar mis planes de vida sobre ella.

Sólo espero que mi sufrimiento sea bien retribuido, que mis sacrificios sean bien valorados y que las decisiones que tome en esta vida me permitan tomar grandes riesgos pero también gozar de grandes satisfacciones.

No quiero ser simple, no nací para serlo, mi carne, mi mente, mi cuerpo ya son de por sí un sistema complejo.

lunes, 3 de mayo de 2010

"Que la vida recta entre más se curva más sabrosa"

A partir de mañana dejaré de fumar

A partir de mañana dejaré de robarme las monedas que mi papá deja en la guantera del carro, dejaré de comerme el helado que religiosamente después de almuerzo saboreo con exquisito placer y haré dieta.

A partir de mañana me cortaré la barba que tanto asco le genera mi esposa, no eructaré en público, bajaré la tapa del baño, no me rascaré lo que me pica.

Prometo que mañana será el día en que deje de tomar licor, deje las fritangas y los dulces, elimine los panes y las mermeladas de mi vida, no vuelva a tomar café ni gaseosas y tampoco visitar restaurantes de comida rápida.

Cuando abra los ojos mañana temprano me haré la promesa de no darle más vuelta a mi mujer con la vecina, de no tener pensamientos enviciados cuando veo un par de colegialas, de no gastarme la quincena jugando y bebiendo con mis amigos.

Mañana seré otra persona, no volveré a mentir, ni a escaparme de clases, no voy a fumar marihuana, ni a bailar de forma sensual con alguien. No voy a volver a ver cine erótico ni pornos, no volveré a ir a esas fiestas donde terminas sudoroso y con la ropa al revés.

Mañana será el día en que dejaré de ser la amante, no volveré a desear lo ajeno y me conformaré con lo disponible en el mercado.

A partir de mañana no correré riesgos, viviré con lo necesario, doblegaré mis impulsos de grandeza.

Después de hoy prometo lavarme los dientes por lo menos 3 veces al día, tomar 8 vasos con agua, bañarme diario, apretar los glúteos varias repeticiones mientras manejo, hacer ejercicios para desaparecer la papada, meter el estómago mientras camino, hacer pesas todas las mañanas.

Mañana será el día en que deje pasar un chisme, ame a mi jefe y a mis compañeros de trabajo, sea más sociable, no mastique chicle, olvide a mis amigos y no vuelva a pasar por el bar los viernes.

Es así entonces, que le pido a Dios que el hoy no se acabe y que el mañana nunca llegue, porque ahora al ver lo hermosamente imperfecto que soy tengo miedo de lo que pueda encontrar cuando me mire al espejo mañana en la mañana.

Y si el mañana llega y cumplo con todo lo prometido, te pido me golpees hasta que sangre, que eso me recuerde que aún estoy vivo, y que la vida recta entre más se curva más sabrosa.

Perfecto sólo Dios, y así debe de seguir siendo.