Es difícil
decidir por dónde empezar a remendar un corazón partido, sobre todo cuando te
enfrentas prácticamente a una escena del crimen como las que pasan en la tele,
donde todo está hecho pedazos y es complicado empezar a unir ese desastre.
Es aún más difícil
cuando no tienes experiencia en esos menesteres y cuando la escena de terror te
involucra porque ese occiso corazón es de tu pertenencia.
He de confesar
que pesar de ser una treintañera mi experiencia con respecto al desamor es
relativamente escasa, por lo que desesperada he tenido que recurrir a los métodos
que según mi percepción puedan sacarme más fácil de este hueco, lo cual no ha
sido nada fácil.
Nunca en mi vida
me había enfrentado al hecho de que alguien y a quien amo no me ame, eso me dejó
en un estado de vulnerabilidad jamás experimentado; perdí el control, no pude aguantar
las ganas de llorar hasta caer dormida y mi mundo se vino abajo. Entendí lo que
sentían los que lloran con las canciones que antes no me cantaban nada, supe lo
que era sentirme miserable como un perro, entendí cuando la gente dice que se
puede prácticamente morir de amor, viví la desesperanza y saboree la tristeza
como nunca antes.
Me di cuenta que
no hay consuelo que valga, ni abrazos que calmen, tampoco auto justificaciones que
expliquen mi desventura, pero lo que si he entendido es que mis únicos aliados
en este dolor es el tiempo y la distancia, tiempo para olvidar y distancia para no ver a
esa persona nunca más en mi vida
He de admitir que
tiempo atrás hice algo, un clamor a ALGUIEN y estoy casi segura de que ese clamor
fue escuchado y por eso mi vida ha estado dando giros inesperados, giros que me
ha costado sobrellevar, pero espero que a la larga me traigan algo especial y
verdadero, no como hasta lo que ahora he conocido.
Me reconforta y
tengo claro que siempre durante todo este tiempo di lo mejor de mí aunque no lo
apreciara, abrí mi corazón de par en par aunque no le importara, eso me anima a
pensar que puedo darme sin miedos ni reservas a pesar de que nada me garantiza
que voy a recibir lo mismo.
Es inevitable
pensar cómo sería mi vida si él nunca hubiera aparecido, pero luego trato de no
gastar energías en eso, porque al final con él aprendí mucho sobre mí misma, conocí
cosas de mí que no sabía que existían y crecí muchísimo, él me ayudó a ser
mejor persona, pero también puso mis sentimientos a prueba con los peores
tormentos, me dio las mejores alegrías, pero también me hizo sufrir como nunca
antes, pero al final todo eso lo tomo como un gran aprendizaje.
Para él espero
todo lo mejor, que coseche todo lo que va sembrando; tal vez en su vida yo sea
ese pequeño error que le permita ser más precavido con lo que hace, dice y
provoca, tal vez sea el experimento que le permita ser con otra lo que no fue
conmigo.
Yo maldigo el día
en que todo esto empezó, si hubiera tenido alguna idea ese día lo que sería mi
vida años después hubiera salido corriendo de ese primer encuentro hasta donde
mis fuerzas me lo hubieran permitido, sin volver a mirar atrás.
Espero con ansias
el bendito día cuando esto sea solo un mal recuerdo, una borrosa pesadilla, ese
día estaré dichosa por que será el momento en que me percate que ya mi corazón no
sangra, que ya no está partido y que de aquel que solía ser mi adoración ahora
con costos recuerdo su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjame saber tu opinión